Buscador

viernes, 30 de septiembre de 2011

Te Amo


Te amo, asi de simple, sin mas palabras que confundan nuestras conciensas.

Te amo, y cada palabra fuera un necio intento en explicarlo a alguien que no haya amado nunca.

Te amo porque reconoces, y le das un valor a una vida, a este amor que siento por ti.

Te amo al escuchar tu voz decir esas palabras, cantar esas canciones que para mi fueron negadas durante tantos anos; y que ahora las dices, y tu pecho las quiere gritar, y me las haces sentir como si fuera la mas bella melodía.

Te amo cuando me dices que te hago feliz, y esas ganas mías de hacerte feliz son porque me amas.

Te amo porque quieres iniciar tu día feliz sintiendo este cariño justo en el momento cuando el mio esta terminando feliz de saber que tengo tu compañía.
Y te amo al decirte un “hasta luego” cada noche porque se que te digo esas palabras solo para poder estar en tus suenos y seguir amandote en ellos.

Te amo, sencillamente, y porque así ha sido, lo que siempre he hecho…y tu sabes el resto.

Te amo porque ese resto de la historia es algo que construimos dia a dia, atravez de los minutos dedicados a darnos este carinio. Porque es nuestro; no es perfecto, pero si es sincero, y eso lo purifica y convierte en algo mas grande.

Eres el sentido de mi existencia y la alegria de mi corazon y siempre que te miro… mi alma sonrie…y me lleno de emocion por tener a mi lado a una persona, a un corazon que late con fuerza por mi… y por nuestro amor.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Herramientas

En un pequeño pueblo, existía una diminuta carpintería famosa por los muebeles que allí se fabricaban. Cierto día las herramientas decidieron reunirse en asamblea para dirimir sus diferencias. Una vez estuvieron todas reunidas, el martillo, en su calidad de presidente tomó la palabra.

-Queridos compañerros, ya estamos constituidos en asamblea. ¿Cuál es el problema?. -Tienes que dimitir- exclamaron muchas voces.

-¿Cuál es la razón? – inquirió el martillo. -¡Haces demasiado ruido!- se oyo al fondo de la sala, al tiempo que las demás afirmaban con sus gestos. -Además -agregó otra herramienta-, te pasas el día golpeando todo.

El martillo se sintió triste y frustrado. _Está bien, me iré si eso es lo que quereis. ¿Quién se propone como presidente?.

-Yo, se autoproclamó el tornillo -De eso nada -gritaron varias herramientas-.Sólo sirves si das muchas vueltas y eso nos retrasa todo.

-Seré yo -exclamó la lija- -¡Jamás!-protesto la mayoría-. Eres muy aspera y siempre tienes fricciones con los demás.

-¡Yo seré el próximo presidente! -anuncio el metro. -De ninguna manera, te pasas el día midiendo a los demás como si tus medidas fueran las únicas válidas – dijo una pequeña herramienta.

En esa discusión estaban enfrascados cuando entró el carpintero y se puso a trabajar. Utilizó todas y cada una de las herramientas en el momento oportuno. Después de unas horas de trabajo, los trozos de madera apilados en el suelo fueron convertidos en un precioso mueble listo para entregar al cliente. El carpintero se levanto, observo el mueble y sonrió al ver lo bien que había quedado. Se quitó el delantal de trabajo y salió de la carpintería.

De inmediato la Asamblea volvió a reunirse y el alicate tomo la palabra: “Queridos compañeros, es evidente que todos tenemos defectos pero acabamos de ver que nuestras cualidades hacen posible que se puedan hacer muebles tan maravillosos como éste”. Las herramientas se miraron unas a otras sin decir nada y el alicate continuo: “son nuestras cualidades y no nuestros defectos las que nos hacen valiosas. El martillo es fuerte y eso nos hace unir muchas piezas. El tornillo también une y da fuerza allí donde no actua el martillo. La lija lima aquello que es áspero y pule la superficie. El metro es preciso y exacto, nos permite no equivocar las medidas que nos han encargado. Y así podría continuar con cada una de vosotras.

Después de aquellas palabras todas las herramientas se dieron cuenta que sólo el trabajo en equipo les hacia realmente útiles y que debían de fijarse en las virtudes de cada una para conseguir el éxito.

martes, 27 de septiembre de 2011

Ejemplo. Discriminación

En un avión, iniciado el vuelo, una "señora" oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata -¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata -¿Es que no lo ve? - Responde la dama
- Me colocaron junto a un sucio indígena. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¿¿¡¡No tiene otro asiento!!?? -Por favor, cálmese... -dice la azafata- Casi todos los asientos están ocupados. Pero, voy a ver si hay un lugar disponible La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:
-Sra., como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.
Antes de que la dama pudiera hacer el menor comentario, la azafata sigue:
-Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante. Todos los pasajeros alrededor, observaban la escena, indignados. Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dice:
-Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.
Y los pasajeros, que sorprendidos, presenciaban la escena, se levantaron y aplaudieron. .

lunes, 26 de septiembre de 2011

Donar Sangre, Donar vida



La escasez de sangre todavía es un problema, y la desinformación es uno de los principales obstáculos. En Córdoba, el índice de donación es bajo.
En Córdoba, los índices de donación de sangre son bajos y la escasez sigue siendo un problema. Además de los accidentes y hechos médicos imprevistos, múltiples enfermedades requieren como parte de su tratamiento realizar transfusiones de sangre o de alguno de sus componentes.

Según los especialistas, por cada 450 mililitros de sangre que una persona done es posible salvar hasta tres vidas. Éste y otros datos importantes son desconocidos para la mayoría de los ciudadanos: en cambio, abundan los mitos sobre la donación.

Monitor Ciudadano entrevistó a Susana Frattari, directora médica del Instituto de Hematología y Hemoterapia de la Universidad Nacional de Córdoba, quien aclaró algunas falsas creencias de la gente sobre la donación de sangre.

1. "Se debe donar cuando un amigo o familiar necesita la sangre". Donar en los momentos en que ocurren accidentes puede ser tarde. La sangre debe someterse a pruebas que requieren tiempo. Por lo tanto, es necesario contar con un número suficiente de donaciones examinadas antes de que se produzcan las emergencias.

2. "La sangre tiene vencimiento". Tiene distintos vencimientos dependiendo de sus componentes. Los glóbulos rojos duran hasta 45 días, el plasma un año y las plaquetas cinco días.

3. "Todos pueden donar sangre". La mayoría de las personas pueden ser donantes. No obstante, existen impedimentos de salud que hacen que ciertas personas no puedan ser dadores. Por eso es importante que quienes reúnan las condiciones óptimas sean dadores voluntarios.

4. "Donar sangre engorda". El mito más común. Donar sangre no engorda, ni adelgaza. "No es ni bueno ni malo para la salud, es bueno como acto solidario", afirmó la directora.

5. "Se puede donar sangre tantas veces como se quiera". No, existen límites. Los hombres pueden donar sangre cinco veces por año y las mujeres cuatro.

6. "Quienes tengan tatuajes no pueden donar sangre". Las personas que se han realizado tatuajes deben esperar un año para ser donantes.

7. "Las personas que tuvieron hepatitis no pueden ser donantes". Quienes tuvieron hepatitis antes de los 12 años pueden ser donantes tranquilamente.

Requisitos. Para donar, las personas deben dormir y descansar lo mejor posible, no fumar dos horas antes de la donación y desayunar infusiones, sin lácteos, frutas o líquidos. No deben tomar analgésicos dentro de las 12 horas anteriores y ni haber asistido al dentista en los tres días previos.

Los donantes deben tener entre 18 y 65 años y pesar 50 kilos como mínimo. En el momento de efectuar la donación, la tensión y el pulso deben ser normales. El donante no debe haber tenido infecciones virales en los últimos siete días, ni haberse sometido a cirugías o recibido transfusiones en el año previo a la donación.

Procedimiento. El proceso es simple y no dura más de 45 minutos en total. Luego de acreditar su identidad mediante DNI, Libreta Cívica, de enrolamiento o pasaporte, al donante se le hacen unas preguntas de autoexclusión, para que él mismo determine si forma parte de algún grupo de riesgo. Luego se somete a una entrevista médica confidencial, cuyo objetivo es cuidarlo tanto a él como al futuro receptor de la sangre.

Posteriormente, se le realiza un breve chequeo médico para verificar si se encuentra en buenas condiciones de salud para concretar la donación. La extracción dura 10 minutos.

El proceso finaliza con un cuestionario de autoexclusión pos donación que se aplica en casos de personas que donan pero, por algún tipo de presión social o personal, mienten en las preguntas previas a la extracción. "Supongamos que la madre de un joven necesita sangre. Por la presión de la familia esa persona dona, pero sin revelar que en días anteriores tuvo relaciones sexuales con una prostituta sin protección. Luego de someterse a la extracción, esa persona declara de manera anónima, sólo con su número de donación, que la sangre de su extracción no puede ser utilizada", explicó Frattari.

Después de realizarle los análisis necesarios, la sangre donada se separa en diferentes componentes para que cada paciente reciba lo que necesita.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Carta de un medico adicto

Años después de rehabilitarse, un doctor relata su adicción y el horror de la abstinencia


MADRID.- "Necesito actuar rápido para estar listo para el 'subidón', para sentirlo completamente". Esta frase forma parte del relato de un médico ex adicto a la morfina, que recoge el último número de la revista 'British Medical Journal', dedicado a las drogas y a cómo la criminalización de su consumo aumenta la expansión del VIH.

El anónimo testimonio relata el placer de recibir una dosis, la metódica preparación de la parafernalia necesaria para que la droga penetre en la vena, que "se yergue orgullosa y tentadora", y la desesperación ante el síndrome de abstinencia: "Nada me ha anulado como el 'mono', nada me ha dejado tan asustado, tan falto de coraje y resistencia", describe el doctor.

Como él, muchos otros médicos, dentistas y profesionales sanitarios han caído en la adicción a la morfina u otras sustancias. Según las estadísticas, un 12% de los galenos abusa del alcohol o del cannabis y el 7% de sedantes, estimulantes y opiáceos. Los más inclinados a estas prácticas son los residentes, pero el acceso al fármaco y al instrumental necesario, facilita su práctica en el entorno hospitalario.


El placer del 'subidón'
"La jeringuilla está en la mesilla; la nueva y reluciente aguja naranja, expectante. Uno de los pequeños beneficios de ser doctor y adicto es que las agujas limpias están a tu alcance, y el riesgo de VIH y hepatitis B o C es bajo", explica la carta. Coger bien la vena y saber esos pequeños trucos para que el pinchazo no deje señal y el vaso siga siendo permeable, también son ventajas de los facultativos, pero la adicción es la misma que la de todos.

"Todo está en silencio, las puertas están cerradas, las cortinas echadas, está todo a oscuras excepto por la lámpara de la mesilla. Estoy solo en casa; no hay glamour ni drama ni 'heroin-chic' [look de heroinómano]. Es sólo un egoísta, sobornable, engañoso, sórdido y solitario vicio.

[...] La aguja se desliza sin dolor; es como un beso, sólo un instante de resistencia hasta que penetra la pared de la vena. Tiro del émbolo para confirmar que estoy en la vena y, ah, el alivio de ver la oscura espuma de sangre en la jeringuilla, una bandera roja indicando que todo está listo. Ahora nada se interpone entra la droga y yo".

Por fin llega el esperado momento, "cuando el placer de la anticipación está casi agotado" y después, el 'subidón', "una maravillosa, cálida oleada acariciando todo mi cuerpo. Y tan rápido como llega, se va; eso es todo, hecho, terminado. ¿Ha merecido la pena?".
Una condena de por vida

Muchos de los médicos con problemas de adicción logran rehabilitarse. Pero en esa batalla, su profesión no les proporciona ventaja alguna. "Ya he pasado por el síndrome de abstinencia antes y fue terrible. [...] No puedo calmarme, sé lo que se avecina, se inclina sobre mí como una losa [...] Sé que no hay ningún riesgo médico importante, y, uno a uno, los síntomas físicos no son tan malos [...] Pero la ansiedad, la ansiedad, es insoportable".

El 'mono', la reacción del organismo ante la falta de la sustancia a la que es adicto, es inevitable. "No hay salida, no hay escape", señala la carta. "Salvo tomar otra dosis, que aliviaría todos los síntomas al instante –sería como un milagro-", añade. Pero eso sólo "pospondría la odisea. He tenido el placer y ahora tengo que pagar el precio [...] Es una transacción que no tiene sentido, es una locura. Pero, me prometo a mí mismo, ésta es la última vez. No volveré a hacerme pasar por esta odisea otra vez; esta vez, permaneceré limpio".

En aquella ocasión no lo logró, y siguió inyectándose hasta que buscó ayuda. "Y la ayuda y la esperanza están ahí fuera", manifiesta años después. En su caso, la experiencia de la rehabilitación fue un éxito, "aunque como todo adicto sólo puedo afrontar un día tras otro", y la enseñanza valiosa: "Me ha hecho un mejor médico, mejor conocedor de la debilidad humana porque mi propia debilidad es profunda".

sábado, 24 de septiembre de 2011

Alternativa Liberal

Cuando los sistemas políticos dejan de ser representativos de la ciudadanía,
cuando los intereses políticos se sobreponen a los derechos individuales,
cuando la justicia se negocia y la ley se compra, la persona deja de ser libre.

Nosotros, la ciudadanía, hemos visto nuestros derechos usurpados por un sistema político estructurado y manipulado para proteger los privilegios de una clase gobernante que ha aprendido a vivir a costas de los ciudadanos. Hay un mal inherente en esta estructura de poder.

El maniobrar político ha socavado la institucionalidad y desechado la constitución, eliminando los pilares fundamentales de la democracia y el republicanismo. El Estado ha dejado de ser garante de los derechos y la justicia y se ha vuelto una estructura de poder por el poder mismo.

Cuando el sistema se ve viciado y comprometido la ciudadanía tiene no solo el derecho, sino la responsabilidad, de reclamar aquello que es intrínsecamente de ellos: su libertad. Existen principios anteriores y superiores al legislar humano, y cuando una clase de individuos viola estos principios y utiliza el poder y la fuerza para beneficiarse ante el sacrificio de otros, su accionar se vuelve en su absoluto ilegítimo.

Hoy heredamos una lucha histórica contra la inevitable inercia del poder hacia el autoritarismo. Porque la libertad nunca se termina de ganar. Por la libertad hay que seguir luchando siempre.

Alternativa Liberal
Libertad-Propiedad-Justicia

viernes, 23 de septiembre de 2011

Tus Abrazos

A veces cuando ya estoy en mi cama, no hago mas que pensar en ti, el sueño se va de mi... Pienso en ti, en recuerdos, en cosas vividas, cosas que me han pasado o que quiero que me pasen y me quedo dormida con cara de felicidad porque en la mayoría de todas esas historias estás tú, apareces y me haces soñar, me llevas a otro sitio, a tu lado,... allí estás conmigo, y me das la mano, y me ayudas, y me enseñas un poquito más de tí, me incitas a conocerte mejor... no necesito mas para alegrar mi noche y al dia siguiente todo parece bien pero luego me doy cuenta que nada es real, que tu te fuiste y ya no regresaste... que no me amas y que yo estoy aun amandote, añorandote...Solo deseo un abrazo...

¡Es increíble todo lo que puede hacer un abrazo!
Puede darte ánimos, cuando estás algo triste.
Puede decirte, "Te amo tanto"
O, "¡Vaya! Cómo odio ver que te vayas".

Un abrazo es, "¡Qué bueno que estés de vuelta!"
y "¡Qué bueno es verte!" o "¿Dónde estuviste?"
Un abrazo puede calmar el dolor de un niño
y ¡producir un arco iris después de la lluvia!

¡El abrazo! No hay duda que sin él,
nos costaría mucho sobrevivir.
Ya no tienes que preocuparte,
porque un abrazo es la manera de decir "Lo siento".

Un abrazo es delicioso, tibio y encantador,
¡debe ser la razón por la que Dios nos dio los brazos!
Los abrazos son muy buenos para las madres y para los padres,
muy dulces para las hermanas, y muy gratos para los hermanos.

Casi seguro que para algunas de las tías favoritas
Son mejores que sus plantas.
A los gatitos les encanta. Los cachorritos no pueden vivir sin los abrazos.
Ni siquiera los jefes de estado los dejan de lado.

Un abrazo puede romper la barrera del idioma
¡y hacer muy brillante el día más sombrío!
Y ni siquiera tienes que preocuparte en guardarlos...
Porque mientras más das, ¡más tendrás!

Así que, no te demores... abre los brazos,
¡Y DALE UN GRAN ABRAZO A ALGUIEN, HOY DÍA...

Necesito un abrazo de ti, que calme mis miedos, que aleje la ansiedad, que por un instante haga que te sienta mio...
Necesito un abrazo y sentir tu cuerpo junto al mio para asi hacer que mi corazon se alegre por unos instantes...
Necesito un abrazo tuyo para detener el tiempo...
Necesito un ABRAZO donde nada mas exista, solo tu y yo...
Dime que si-
Quiero tu calor, tus abrazos!!! -.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Sobre el Amor


Para entender mejor el amor hay que vivirlo, es en este estado de embriaguez que cobra sentido. Es vano tratar de encontrarle reglas generales, definiciones convenidas, o argumentos universales, porque la apreciación del amor, en esencia, es completamente personal y subjetiva.

Podría enlistar una serie de raciocinios químico-biológicos, psico- sociales, e inclusive teológicos de la naturaleza de dicho concepto, pero cuando el amor se siente en primera persona, todas las explicaciones dogmáticas le quedan a deber.

Yo no identifico un amor único, por el contrario, creo que éste tiene tantas ramificaciones como nos las permite nuestro pensamiento, sin entrar en profundidad en interpretaciones filosóficas, para el amor solo hacen falta dos integrantes: quien lo siente y por quien es sentido. El amor que entiendo no permite que ninguno de estos dos elementos este ausente. Es por ello que sentimos muchos y muy variados tipos de amor, porque en nuestras vidas, muchos y muy variados son, los sujetos que se han apropiado de ese sentimiento nuestro, tan básico y elemental. Vivimos y practicamos a diario distintos tipos de amor, en distintas personas y cosas.

Partiendo de la base de que no existe un amor único, entiendo una segunda condición que emana de la primera: las distintas formas de amor que sentimos no son comparables, no podemos pensar en cuantificar y equiparar entre el amor que sentimos por nuestros padres, al amor que le tenemos a un hijo, entre el que profesamos por ellos, al que vivimos con nuestra pareja. El amor es único e indivisible, la comparación entre ellos es fútil.

Muchos dicen que el amor es afinidad. Entendiendo por ello, la atracción o adecuación de caracteres, opiniones, gustos, etc., que existe entre dos o más personas. Sin estar en desacuerdo, pienso que la afinidad no envuelve al amor, el amor es una consecuencia de la afinidad y la empatía. Para poder sentir amor por algo o por alguien primero y antes que otra cosa, deben de existir puntos en común, tantos como sean posibles, porque de darse estas condiciones, el amor crecerá exponencialmente a medida que aumenta la afinidad.

El amor no es un elemento inerte, es un sentimiento vivo y en constante cambio. Partí de la condición de que el amor solo existe si primero se tiene a quien lo hace verbo, éste ser que habrá de practicarlo cambiará y evolucionará a lo largo del tiempo, por tanto, su amor, cambiará y evolucionará en la misma proporción en la que vayan madurando sus pensamientos. Es por ello que los amores añejados son más conscientes.

El amor tiene las mismas probabilidades de permanecer latente como de morir, si no le son proporcionadas las mismas cosas básicas que necesita cualquier ente vivo para su preservación. Todas las acciones que tomemos en su trato, afectaran directamente su existencia y conservación. Es por ello, que el amor requiere de entrega y dedicación, de voluntad y esfuerzo, no solo del deseo por sentirlo. Vaya que no es tarea sencilla. Bien dicen que el amor, se gana o se pierde con una sola de nuestras acciones. Por lo mismo, habrá de tratarse como bola de cristal que pende de un hilo.

También concibo la parte espiritual del amor, esa parte enigmática y desconocida, esa parte de terrenos desenfocados y místicos, el amor también tiene eso. Principalmente el que encontramos en la pareja anhelada. Muchas veces estamos preparados para el amor y lo buscamos incansablemente y éste, nunca llega, al grado de hacernos dudar de la existencia del mismo, pero la vida se encarga de darnos bofetadas con guante de hierro, cuando menos lo esperamos, sin previo aviso, llega a nuestras vidas esa persona por la que somos capaces de tener todos aquellos sentimientos reprimidos e inimaginados.

Si bien es cierto que para el amor hay que tener mente abierta, sigue existiendo un titiritero sin rostro que se encarga de orquestar grandes sorpresas. De tantos en el mundo, el universo se confabulará para que coincida con nosotros ese alguien que estremece nuestro entendimiento, que vuelca nuestros sentidos, que desdobla por completo nuestras ideas y que nos hace sentir eso tan incomprensible que llamamos de una manera tan simple: amor, puro y vasto amor. Siempre llega en repentino y en despoblado, aún cuando haya estado tan cerca de nosotros que ni siquiera, lo percibimos.

Esta última hipótesis, me hace creer que el amor tiene un alto contenido de fe, ese sentimiento ciego que nos inclina a creer en él, aún sin haberlo visto, a confiar en que existe alguien en este mundo por quien podemos alcanzarlo todo y darnos por completo. Tal concepto del amor es el que mas disfruto. El que no tocamos, el que no vemos, el que no entendemos y que solo podemos saber cierto cuando lo tenemos enfrente. Solo en el momento que esas dos miradas se juntan y se hablan sin hablar, es cuando puedo entender que el amor es verbo y no un concepto. Cuando al pensarle lo único que se tiene ganas es que ambas almas se fundan en una misma. Ese amor de contemplación y de sueños. Ese amor que es capaz de transformar lo feo en bello, lo bello en hermoso, y lo hermoso en espiritual. Es ese amor en el que un día deje de creer, y que hoy, como dice Sabines: no lo se de cierto pero lo supongo, me mantendrá siempre vivo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Vive, día a día

En la vida se nos ofrecen diversas oportunidades, muchas de ellas al dejarlas pasar, se pierden caminos que pueden llevarte al éxito más algo. Una puerta que se abre es una ventana abierta al conocimiento y a metas que seguramente te enseñen nuevas formas de afrontar la vida. Ya sabemos que para llegar a conseguir algo, no todo son alegrías. Como cuando éramos pequeños, cuantas veces nos caímos antes de aprender a ir sin ruedecillas en la bici...

Pues así todo, vas haciéndote mayor, vas creciendo y primero es en el colegio, más tarde en el instituto, y al hacernos adultos se intensifican: los niños, la casa, el trabajo, la pareja... Todo eso son vivencias, enseñanzas del día a día, que aunque no lo creamos, al levantarnos por las mañanas nos enfrentamos a un nuevo día, una nueva meta, que quién sabe lo que nos espera... ¿Habrá mucho trabajo en la oficina?, ¿Se habrá acordado equis de traerme los apuntes? o ¿Estará bien equis en la guardería?

Son preguntas del día a día. Y por qué no preguntarnos ¿Cómo puedo hacer que mi jefe ría? o Voy a comprarle un regalito a Carlos que se ha portado muy bien. Día a día hay muchos detalles que marcan cada acción que hacemos, aunque en situaciones de estrés no nos damos cuenta de cómo actuamos, simplemente hacemos lo que consideramos oportuno en cada momento de la vida, sin pensar en las consecuencias de las acciones que hacemos, tan sólo actuamos. Pues en esos momentos es cuando tenemos que darle valor a los detalles, porque si estás alterado puede que digas cosas o hagas gestos que molesten a los otros.

Hay que saber que aunque en esos momentos no te encuentres bien, siempre habrá alguien que haga que te sientas especial, que te abra los ojos, que te guíe y que recorra el camino a tu lado. Todo son oportunidades, sólo hay que abrirles la puerta y dejarlas pasar. Después de que sirve arrepentirse, tuviste en tus manos el poder de elegir tu futuro y elegiste no hacer nada. No sirve pensar en Si yo hubiera ido... o Si yo hubiera aceptado el empleo...

Porque ahora estás aquí, ahora tienes enfrente tu presente y tu futuro, y lo que hagas te repercutirá para bien o para mal. Lo mejor es no pensar en el pasado si no es para sonreír y recordar buenos tiempos, si no avanzar en tu camino y ser feliz. Ser feliz ya pueda tratarse por ejemplo de visitar a algún pariente que hacía tiempo que no veías, entablar conversación con el compañero de trabajo, o simplemente sonreír por ver que puedes compartir un nuevo día con todas aquellas personas que te apoyan.

martes, 20 de septiembre de 2011

Cupido y Psique



Había un vez, un rey, padre de tres hijas espléndidas. La más joven, Psiqué, era mucho más hermosa que sus dos hermanas y al lado de ellas parecía una diosa entre simples mortales. La fama de su hermosura se extendio por toda la tierra y de todas partes los hombres se ponían en camino para admirarla con rendida adoración y prestarle pleitesía, como si de una inmortal se tratara. Se llegó a decir incluso que la misma Venus no podía rivalizar con ella. Y cuantos más y más se presentaban ante ella, menos se acordaban de Venus. Los templos de la diosa estaban abandonados, sus altares cubiertos de frías cenizas y las ciudades consagradas a la diosa se convertían en ruinas. Todos los honores reservados hasta entonces se le tributaban a una simple muchacha, destinada a morir en día no lejano.

La diosa no podía aceptar semejante situación, y como siempre que se encontraba en apuros, requirió ayuda de su hijo, que unos llaman Cupido y otros Amor, y contra cuyas flechas no existe protección en el cielo ni en la tierra. Le contó sus cuitas, y, como siempre, se prestó a obedecer sus órdenes. "Usa tu poder - le dijo ella - y haz que esta pequeña desvergonzada se enamore locamente de la más vil y despreciable criatura que haya en el mundo". Él lo habría hecho ciertamente si Venus, olvidando en el furor de sus celos que aquella belleza podría ilusionar al mismo dios del Amor, no le hubiera mostrado antes a Psiqué. Cuando la hubo visto, el mismo Cupido se sintió con el corazón traspasado por una de sus flechas. Nada dijo a su madre; la verdad es que no tenía fuerzas para proferir una sola palabra y Venus se marchó convencida de que la suerte de Psiqué estaba echada.

Las cosas, sin embargo, ocurrieron de distinta manera a como ella creía. Psiqué no pensó nunca enamorarse de un malvado; en efecto, no se enamoró de nadie y, más extraño todavía, nadie se enamoró de ella. Los hombres seguían satisfechos en su contemplación, admirándola, adorándola, después pasaban de largo y desposaban a otra. Sus dos hermanas, aun siendo infinitamente menos seductoras, habían celebrado dos espléndidas bodas, cada una con un rey. Psiqué, la mas hermosa, triste y solitaria, admirada siempre, pero jamás amada. Le parecía que ningún hombre la querría por esposa y ello causaba gran inquietud a sus progenitores. Su padre intentó hallar a través del oráculo de Delfos un buen marido para Psiqué. El dios consintió en responder, pero su profecía fue terrible. Apolo decretó que Psiqué, vestida con negros crespones, debía ser llevada a la cumbre de una colina y permanecer allí sola; el marido que le sería destinado, una serpiente alada, terrible y más poderosa que los mismo dioses, llegaría hasta ella y la haría su esposa...

No se puede imaginar el desespero que se apoderó de aquellos a quienes el padre de Psiqué contó tan triste noticia. Se preparó a la joven como para sus funerales, y con mas lamentos que si se tratara de conducirla a la tumba la llevaron a la colina. Solo psiqué permanecía animosa y decidida. " Mas que llorar por mi -les dijo- debeis hacerlo por esta belleza que me ha granjeado la envidia del cielo. Marchad ahora, y sabed que deseo que pronto llegue el final". Desesperados partieron todos, abandonando a su destino a la radiante y desventurada muchacha y se encerraron en su palacio para llorar por ella el resto de sus días.

Sobre la colina, y en medio de la oscuridad, Psiqué permaneció sentada a la espera. Mientras temblaba y lloraba, en la calmada noche llegó hasta ella una ligera brisa, el dulce viento de Céfiro, el más suave de los vientos. Sintió que se elevaba. Se deslizó de piés por el aire sobre la colina rocosa hasta una pradera mullida como un lecho y perfumada por las flores. El hizo lo posible para que olvidara sus penas y la durmió. Despertó después a orillas de un claro arroyo a cuya vera se elevaba un castillo imponente y magnífico. Parecía destinado a un dios, con sus columnas de oro, muros de plata y suelos incrustados de piedras preciosas. Reinaba un silencio absoluto. Su interior parecía desierto y Psiqué se acercó cautelosa y atemorizada a la vista de tanto esplendor. Permaneció recelosa en el umbral cuando percibió unos ruidos; no veía a nadie, pero oía las palabras con claridad: "La casa es para tí -le decían-. Entra sin miedo y báñate, refréscate; en seguida se pondrá en tu honor la mesa del banquete".

Nunca había tomado un baño tan delicioso ni probado platos tan agradables. Mientras comía, escuchó a su alrededor una dulce música, como un arpa que acompañaba a un numeroso coro. La oía pero tampoco la veía. Todo el día estuvo sola, acompañada unicamente por las voces que escuchaba. Pero sin podérselo explicar presentía que su marido vendría al caer la noche. Y así fue. Cuando le sintió cerca de sí y escuchó su voz que murmuraba dulcemente a su oído, desaparecieron sus temores. Sin verle siquiera, estaba cierta que no era un mostruo ni tenia forma espantosa sino que era el amante esposo que tanto tiempo había deseado.

Aunque esta presencia mediatizada no podía satisfacerla plenamente, sin embargo se encontraba feliz y el tiempo transcurría rápido para ella. Pero una noche, su querido e invisible esposo le habló muy seriamente y le advirtió que un gran peligro le amenazaba bajo la forma de sus dos hermanas. "Vuelven a la colina de donde has desaparecido para llorar por ti -le dijo-. Pero no es conveniente que te descubran. Si lo hacen me causarás una pena inmensa y te destruirás a ti misma". Prometió no dejarse ver y pasó todo el día siguiente llorando, pensando en sus hermanas y en la prohibición que tenía de no consolarlas. Pero lloró todavia más cuando volvio su marido y ni siquiera las caricias que él le prodigó pudieron secar sus lagrimas. Al fin, con gran disgusto, él cedió: "Haz lo que quieras -dijo- pero, te lo repito, estas buscando tu ruina, tu propia destruccion". Después, solemnemente, le explicó que no se dejara persuadir por nadie para que intentara verle, pues quedaría separada de él para siempre. Psiqué obedeció entre protestas, pues preferia morir cien veces que vivir sin el. "Pero otórgame la alegría de ver a mis hermanas" le suplicó ella. Tristemente, él se lo concedió.

Al dia siguiente, llevadas por Cefiro, las dos hermanas descendieron de la montaña. Alegre, con el corazón palpitante de emoción, Psiqué las esperaba; su alegria era muy grande. Transcurrió largo rato antes de que las tres lograran hablarse; su alegría era muy grande y solo pudieron expresarse en suspiros. Por fin entraron en el palacio y las dos hermanas mayores revolvieron todos los magnificos tesoros. En un opulento festín escucharon maravillosa música. Y la envidia, la amarga envida y una curiosidad devoradora se apoderaron de ellas. ¿quién era el dueño de tal magnificencia? ¿quién era el esposo de su hermana? Querían saberlo pero Psiqué, que mantenía su palabra, solo les dijo que su marido era un hombre joven que estaba participando en una cacería. Después, les llenó las manos de oro y joyas y pidió a Cefiro que las devolviera a la colina. Dejaron a Psiqué, pero el fuego de los celos quemaba sus corazones. Comparadas con Psiqué, las riquezas propias y su felicidad les parecían nada, y su envidiosa colera creció tanto en ellas que llegaron a tramar juntas la perdición de su hermana.

Aquella noche, el esposo de Psiqué le advirtió una vez mas que no volviera a ver a sus hermanas. Pero ella replicó que no podia dejar de verlas. ¿Tenia que prohibirle ver a sus hermanas a quienes tanto amaba? El cedió de nuevo y en seguida las dos ruines hermanas llegaron. Traían planes muy concretos. Las palabras vacilantes de su hermana y sus contradictorias respuestas, cuando le pidieron que describiera a su marido, avivaron su curiosidad. Estaban convencidas de que, no solo Psiqué no lo habiá visto todavia, sino que incluso ignoraba su identidad. No le expusieron sus sospechas, pero le reprocharon por disimular tan triste situación a sus hermanas. Ellas lo habían comprendido, le dijeron, y estaban seguras de que su marido no era un hombre, sino mas bien la horrenda serpiente profetizada por el oráculo de Apolo. El de momento se mostraba dulce, pero llegaría una noche en que se arrojaría sobre ella para devorarla.

Psiqué, consternada, sentía que el terror invadía su corazon e iba matando poco a poco su amor. Muchas veces se preguntaba por qué él no le permitía verle, y sospechaba que debía tener para ello alguna poderosa razón, ¿Qué sabia de él en realidad? Si no era tan horrible, ¿por qué tenía la crueldad de ocultarse a su vista? Triste, temblorosa y balbuceante, dio a entender a sus hermanas que no podía negar lo que le decían, pues hasta aquel momento su marido no la había poseído sino en la mas profunda oscuridad. "Debe ocultar algo horrible para que tema tanto la luz del día" dijo ella sollozando, y les pidió consejo.

Ellas lo tenían ya todo previsto, pues lo prepararon con antelación. Psiqué debía ocultar un cuchillo bien afilado y una lámpara al lado de su lecho. Cuando su marido estuviera profundamente dormido, ella se levantaría, encendería la lampara y empuñando el cuchillo, lo clavaria en la figura horrible que la luz le descubriera.

La dejaron abrumada por la duda y fuera de si, sin saber qué partido tomar. Ella le amaba y él era su amante esposo... Durante todo el día sus pensamientos luchaban dentro de ella. Cuando llegó la noche, había abandonado la lucha. Estaba decidida a matarlo...

Cuando él se durmió apaciblemente, ella se revistió de valor y encendio la lámpara. Caminando sobre las puntas de los pies se acercó al lecho y, elevando la luz, contempló lo que tenía ante sus ojos. ¡Oh, su corazón sintió un profundo alivio y el más sublimado éxtasis! La luz no le hizo ver un monstruo, sino la más bella de las criaturas. Invadida por la vergüenza de su locura y por su poca confianza, Psiqué se hincó de rodillas y si el cuchillo no hubiera caído de sus manos temblorosas lo habría clavado en el propio pecho. Pero mientras se hallaba reclinada sobre él, contemplando tan gran belleza, una gota de aceite cayó de la lámpara en la espalda de aquel bello joven. Se despertó sobresaltado, vio la luz y comprendio la desconfianza de Psiqué, y sin pronunciar palabra se marchó.

Psique corrió tras él. No podía verle, pero oía su voz que le hablaba. Le dio a conocer su nombre y con tristeza le dijo adios: "El Amor no puede vivir sin confianza" y con esas últimas palabras la abandonó. "El dios del amor" pensó ella "era mi esposo, y yo, miserable, no tuve fe en su palabra. ¿Se ha marchado para siempre?. De todas maneras -pensó ella llena de coraje- puedo pasar el resto de mi vida buscándolo. Si él no quiere ya amarme, yo sabré demostrarle mi amor". Y se puso en camino sin rumbo fijo; solo sabía una cosa: que jamás renunciaría a volverle a encontrar.

Entretanto, él fue a reunirse con su madre para pedirle que curara su herida, pero cuando Venus supo su historia y comprendio lo que Psiqué había pretendido, llena de colera le dejó solo con su tristeza. Marchó en busca de la muchacha por cuya causa había sentido celos mortales. Venus estaba decidida a demostrar a Psiqué lo que cuesta escapar de la ira de una diosa.

La pobre Psiqué, en su desolado vagabundear, intentaba reconciliarse con los dioses. Les dirigia continuas y ardientes suplicas, pero ninguno de ellos quería granjearse la enemistad de Venus. Psiqué comprendio al fin que los dioses no le ofrecían esperanza alguna y tomó una rapida decisión. Se dirigiría a Venus, se ofrecería a servirla e intentaría apaciguar su colera. "Y quién sabe -se dijo- quién sabe si él no estará en casa de su madre". Y se puso en camino para encontrar a la diosa, quien a su vez andaba buscándola.

Cuando las dos se encontraron, Venus se echó a reír y le dijo con desprecio si buscaba un marido, el que había tenido y que rehusaba verla después que escapó de la muerte a causa de las quemaduras que ella le causara. "Pero en verdad -dijo la diosa- eres tan descarada y te preocupas tan poco de tu aspecto que jamas encontraras un enamorado. Para darte pruebas de mi buena voluntad voy a enseñarte cómo hacerlo". Pidio gran cantidad de semillas de las mas pequeñas, trigo, amapolas, mijo y otras, y las mezcló en un solo monton. "Por tu propio interés, procura que todas esten separadas para esta tarde" dijo la diosa. Y tras estas palabras se fue.

Psique quedo sola y, sentada, contempló el monton de semillas. No cabia en su cabeza la crueldad de esta orden que la desorientaba. además, le parecía inutil ponerse a realizar un trabajo de tan dificil ejecucion. Pero ella, que jamas despertó compasión de nadie en el mundo de los mortales ni de los inmortales, en esta penosa situacion suscitó la piedad de las mas pequeñas de las criaturas, las hormigas. "Venid, compadeceos de esta pobre criatura, ayudemosla pronto" se decían unas a otras. Todas respondieron a este llamamiento; vinieron en masa y trabajaron afanosamente separando y amontonando, y lo que fue un monton informe se convirtió en una serie de montoncillos bien ordenados, compuestos cada uno por una variedad de semilla. Así lo encontró Venus a su regreso, y al verlo se puso furiosa. "Aun no has terminado tu trabajo", le dijo. dio un mendrugo de pan a Psiqué y le ordenó dormir en el suelo, mientras ella se tendía en su lecho blando y perfumado.

Si la podía obligar por largo tiempo a un trabajo duro y penoso, e incluso hacerle pasar hambre, la belleza odiosa de esta muchacha no lo podría resistir. Entretanto, impediría que su hijo abandonara la habitación donde todavía se encontraba, sufriendo a causa de su herida. Venus se sentía satisfecha por el cariz que tomaban los acontecimientos

A la mañana siguiente se le ocurrió un nuevo trabajo para Psiqué, una faena peligrosa. "Abajo, en la orilla del río, donde crecen unos espesos zarzales, se encuentran corderos que tienen el vellocino de oro. Ve y traéme un poco de su brillante lana". Cuando la joven, extenuada, llegó junto a la corriente de agua, intentó lanzarse en ella y terminar asi sus penas. Pero al inclinarse oyó una debil voz que parecía salir del suelo. Bajó los ojos y notó que la voz provenía del rosal. Le decían que no debía ahogarse, pues las cosas no se le presentaban mal. Los corderos estaban muy nerviosos y alborotados, pero si Psiqué esperaba un momento en que por la tarde salían de sus rediles para descansar y abrevar a la orilla del riachuelo, solo tendría que entrar en los corrales y recoger los copos de lana enganchados en las zarzas.

Así habló el dulce y gentil rosal, y Psiqué siguiendo su consejo recogió gran cantidad de hilos de oro para su cruel dueña. Venus la recibió con helada sonrisa. "Alguien te ha ayudado -le increpó bruscamente- tu sola no lo habrías podido realizar. Te voy a dar otra ocasión de probar que tienes el corazón tan decidido como aparentas. ¿Ves aquella agua tan negra que desciende de la colina? Es el nacimiento del río terrible y aborrecido, el Estige. Llena este frasco". Era la prueba más dura que le habían impuesto. Psiqué se dio cuenta al llegar a la cascada. Las rocas que la rodeaban eran escarpadas y deslizantes; el agua se precipitaba por lugares tan abruptos que solo una criatura alada podía aproximarse. Y efectivamente, un águila la ayudó. Planeaba con sus enormes alas por los alrededores cuando vio a Psiqué y se compadeció de ella. Con su pico le arrebató el frasco de sus manos, lo llenó de agua negra y se lo devolvio.

Pero Venus se dio cuenta. Todo lo que ocurría la incitaba a pruebas más difíciles. dio una caja a Psiqué con la consigna de llevarla al hades y rogar a Proserpina, reina del mundo subterraneo, que metiera en ella un poco de su belleza. Psiqué debía insistir sin desmayos y hacer comprender a Proserpina que Venus padecía necesidad urgente, pues estaba ajada y agotada de atender a su hijo enfermo. Obediente como siempre, Psiqué se fue a buscar el camino que conducía al Hades. Cuando pasaba ante una torre, ésta se ofreció a guiarla y le señaló el rumbo que la llevaría al palacio de Proserpina: debía pasar primero por un gran agujero que había en tierra y después por el río de la muerte donde debía entregar una moneda al barquero Caronte para que la transportara a la otra orilla. Allí el camino descendía recto al palacio. Cancerbero, el perro de tres cabezas, guardaba las puertas, pero si ella le ofrecía un dulce se amansaría y le permitiría entrar.

Todo ocurrió como la torre anunció. Proserpina no deseaba más que servir a Venus; Psiqué, muy animada, tomó la caja y volvio más rapida que había ido.

Llevada por la curiosidad, y más todavia por su vanidad, quiso ver el encanto que la caja contenía y, a poder ser, usar un poco en ella misma. Al igual que Venus, sabía que su belleza estaba resentida por los sufrimientos y no le abandonaba un instante la idea de recobrar a Cupido. ¡Ojalá otra vez pudiera volverse mas bella para él! Incapaz de resistir la tentación, abrió la caja y con gran desencanto no encontró nada; estaba vacía. Entonces un decaimiento mortal se apoderó de ella y cayó en un profundo sueño.

En este crítico momento intervino el dios del Amor. La herida de Cupido ya había curado y deseaba ardientemente encontrar de nuevo a Psiqué. Es dificil contener el amor. Venus había cerrado las puertas, pero quedaban las ventanas. Nada más fácil para Cupido que escapar por una de ellas y buscar a su esposa. En un momento arrancó el sueño de los ojos de Psiqué y lo encerró en la caja. Después despertó a su mujer con un beso. La riñó un poco por su curiosidad, le dijo que llevara a su madre la caja de Proserpina y le aseguró que todo en adelante tendría un feliz desenlace.

Mientras Psiqué se apresuraba a obedecer, el dios del Amor se marchó al Olimpo. Quería asegurarse de que Venus no le pondría mas dificultades y planteó el caso ante Jupiter. El padre de los dioses y de los hombres consintió enseguida en todo lo que Cupido le pedia. Convocó a los dioses y les anunció (a Venus y a los demas) que Cupido y Psiqué estaban oficialmente casados y propuso conceder la inmortalidad a la esposa. Mercurio elevó a Psiqué hasta el cielo y la depositó en el palacio de los dioses. El mismo Jupiter le hizo gustar la ambrosía que le otorgaba la inmortalidad. Esto, naturalmente, cambiaba la situacion. Venus no podía ya censurar a la diosa que había llegado a ser su bella nuera. Se imponía una alianza y así penso que Psiqué, viviendo en el cielo con su marido, le faltaría tiempo para bajar a la tierra, acaparar la atención de los hombre e inmiscuirse en su culto.

Todo terminó felizmente. El Amor y el Alma (que es lo que significa Psiqué en griego) se buscaron y tras duras pruebas se encontraron. Y esta unión no debía romperse jamás.

PRO Vida

Sonría lo estamos Filmando