La noche hace que veamos todo con menos claridad y la ilusión nos ciega del todo. La mente se torna en blanco mientras escribía unos versos:
No debe haber quien se pierdaen noches de luna nuevasi al horizonte lo iluminanlas esmeraldas en tus ojos...no desearía encontrarmesin garantía de corduraperdido bebiendo el néctar de tus labios
No pude completar el poema, cerré y volví a abrir mis ojos mientras todo el entorno cambiaba...en otro lugar me encontraba buscando la musa que inspire los versos finales:
Anhelo tus besos,Como el nómada anhela el sorbo de agua en sus labios.Anhelo tus besos,Como el niño que anhela ser acobijado en los brazos de mamá.Anhelos tus besos,Como el águila anhela la llegada de su renovación corporal,Que le da un nuevo inicio a su existencia.Anhelo tus besos,Más que el alimento cotidiano, más que anhelar el aire que respiro.Soñar en un mundo lleno de irónicas situaciones,Situaciones que se plasmarán al alcance de nuestras manos,Tus manos, manos suaves y tersas, manos que con dulzuraAcarician mi rostro y en un lenguaje icónico me dicen que aman.Anhelo tus besos porque para esto he nacido,Para anhelarte, para desearte cerca de mí.Anhelo tus besos y su llegada,El momento cuando nuestros labios se unan y uno a uno comuniqueEse amor apasionado.Anhelo tus besos, porque tus besos son vida, tus caricias aroma fraganteQue endulza todo en derredor.
Y así voy viajando alternadamente por mundos donde son necesarios tus besos, y solo eso busco. Una vez caí tendido en el centro de mi habitación y por fin te encontré allí estabas, en el mismo lugar donde nos vimos por primera vez: MIS SUEÑOS