Mirando mi vida para atrás es fácil reconocer cuando decidí que quería hacer este viaje por el mundo. Tengo que admitir que no estaba en mis planes hace unos años. Yo sabía que quería viajar y conocer distintas culturas pero todavía no había descifrado si quería hacerlo por medio de un intercambio, un máster, trabajando afuera (work & travel) o por viajes laborales. Eso sí, jamás estaba entre mis planes irme a viajar por viajar. Fíjense que todas las opciones que analizaba tenían como fin otra cosa que a su vez me permitiera viajar. Esto muestra un poco como soy, no me permitía ni considerar la idea de irme a VIAJAR y punto. Necesitaba encontrar una excusa que hiciera válido el viaje, es decir, hacerlo de la forma que se considera como que “está bien”.
Un día de esos que te levantas sin esperar nada sorprendente conocí a Gaby y me enamoré desde el minuto 1, aunque si él les cuenta la historia no va a resultar tan romántica como mi versión, pero fue así.
Cuando lo conocí y empezamos a ver que la cosa iba para algo serio él se tomo el trabajo de aclararme que en sus proyectos estaba incluido hacer un viaje alrededor del mundo y que no iba a dejar de hacerlo. Hubo dos cosas que se cruzaron por mi cabeza: “que buen proyecto hacer un viaje por el simple hecho de viajar”, algo que antes no se me había ocurrido, y “che, onda que este chico me tira que se va pero no me da ni un centro para que me sume…”, pensamiento de enamorada.
El tiempo pasó, eso ahí quedó y nuestra relación fue creciendo, pero desde el día que Gaby me contó su proyecto, algo había quedado adentro mío haciéndome ruido. Y a medida que compartíamos cosas empecé a sentir muchas ganas de hacer ese viaje y poder compartirlo con él.
Y un día me llegó mail de él con un link y me pedía que vea el video que aparece abajo del post.
Para los que no tienen tiempo de verlo se los resumo, es una entrevista a un empresario exitoso donde le preguntan que fue la decisión más arriesgada que hizo sin ser consciente de lo que estaba haciendo, y él cuenta de un viaje de 3 años alrededor del mundo con su mujer y sus hijos. Un hombre que invirtió tiempo y dinero en proyectos sobre los cuales no sabía cómo iban a empezar ni terminar pone como riesgo más grande viajar con las personas que más ama. Y pensándolo es muy lógico, porque el tipo de viaje que vamos a hacer no sólo nos va a abrir la cabeza a nuevas culturas, formas de vida y experiencias sino que va a ser una prueba muy fuerte para la pareja. Lejos esta de la idea de vacaciones en la playa con el trago en la mano y la palmera dando sombra.
Después de ver el video charlamos y me pregunto si quería compartir su proyecto. Yo que ya hacia un tiempo que venía pensándolo no dude ni un segundo en decirle que sí.
Yo estoy feliz, segura de que no quiero “abandonar nuestro barco” y que esta experiencia que estamos por emprender sólo va a fortalecer la relación que día a día estamos armando.
Ahora me preguntas, ¿tengo miedo?… muchooo, incertidumbres….infinitas. Pero para todos aquellos que creen que estamos locos por dejar TODO: familia, amigos, trabajos, etc. por irnos a recorrer el mundo durante meses, sepan que no hay mejor locura que la que te empuja a alcanzar tus sueños. Así que SI, estoy loca…. Loca de ganas de irme de viaje, loca de amor por Gaby, loca por empezar algo que sé que va a marcar un antes y un después en mi vida. Porque si de algo estoy segura es que la Paula que les escribe hoy esta LEJISIMOS de ser la persona que va a volver en 9 meses. Hoy este es el proyecto que elijo para mi vida.
Les dejo una de mis frases preferidas para cerrar el principio de todo lo que viene:
“Las locuras que más se lamentan en la vida de un hombre son las que no se cometieron cuando se tuvo la oportunidad”
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