Esta noche
no será como tantas otras,
lo presiento.
Saldré, puntualmente, del trabajo
y me internaré
en la fría llovizna.
No buscaré mi casa.
Bajo la lluvia
buscaré mas lluvia
y encontrarme a solas
con mi amiga íntima
la soledad.
Dialogaré, siempre en silencio
con los tres estados
captores vitalicios
de mi alma:
pasado, presente, futuro
en oscuro soliloquio
tratando tal vez, de resolver nada,
intentando mas efectivamante
mojarme, con las erraticas
gotas de tristeza
que vienen a morir
junto a mis mas ingenuas ilusiones
en los callejones mas vacios de la ciudad
Entraré a lo mejor a un cine
y veré una pelicula
que de seguro olvidaré
y al salir y recobrar otra vez oxigeno
la noche seguira siendo la misma
la lluvia seguira siendo la misma
la soledad seguira siendo la misma...
No es para mi nungún pecado
sumergirme en tan embriagante
instante, porque es solo un instante
de melancolía.
Es que la noche, la lluvia
se han vuelto tan perfectas
para este absurdo goce
como este silencio sin excusas
como este cuerpo en segura decadencia
como este corazon que cree que late
como esta sensacion de estúpido estupor
sin ninguna solución de continuidad
sin redenciones
ni tragedias reordenantes
Sólo el lógico ritual
de un hombre solo
en una noche cualquiera, y única
de lluvia.
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